Karl Marx (1818-1883)
Finales del siglo XIX las condiciones de vida del proletariado son paupérrimas, los sindicatos son acallados, los marxistas y los social-demócratas también, no hay justicia social, la clase obrera está sometida al yugo del empresario y sufren las dramáticas contradicciones del capitalismo. Asimismo la situación en las fábricas eran insostenibles, con un alto índice de accidentes laborales y con trabajadores que vivían en situaciones precarias, además de niños que no podrán ir a la escuela a formarse para ser libres. La iglesia casi en su totalidad apoya a los empresarios y da la espalda al pueblo mutilado y torturado (veían en el socialismo un enemigo), hasta que el Papa León XIII promulgó la primera encíclica social de la Iglesia católica, el Rerum Novarum, la actitud de dicha institución cambió en varios sectores, en otros se siguió defendiendo los privilegios y la dictadura del capital. Fue una carta abierta dirigida a todos los obispos, que versaba sobre las condiciones de las clases trabajadoras. En ella, el papa dejaba patente su apoyo al derecho laboral de formar uniones o sindicatos, pero también se reafirmaba en su apoyo al derecho de la propiedad privada. Además discutía sobre las relaciones entre el gobierno, las empresas, los trabajadores y la Iglesia, proponiendo una organización socioeconómica que más tarde se llamaría corporativismo. Esta encíclica marcó el inicio de la doctrina social de la Iglesia.
La película belga Daens realizada en 1992 nos sirvió de apoyo para ver las precarias situaciones de los trabajadores (cada día moría alguno) y para comprender el contexto y la propia creación de la doctrina social de Iglesia. Adolf Daens fue un sacerdote católico de orígenes humildes, que luchó hasta el final de su vida por defender al proletariado y conseguirle condiciones de trabajo dignas. La película, a pesar de su banalidad en la narración, nos muestra fielmente las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera, las fábricas eran el principal lugar de represión y de violación de derechos. Mujeres, niños y hombres eran obligados a realizar tortuosas tareas, que llegaban a acabar con sus vidas, trabajadoras eran violadas, al igual que algunos niños (ver primera secuencia a la legada a Alast). Poniéndose del lado de los socialistas Daens, apoyándose en el Rerum Novarum y llegando incluso a renunciar a sus condición de sacerdote al final, inició una lucha política, se vio obligado a ceder a causa de las presiones de Iglesia (defensores de los empresarios), pero solo fue temporal ya que continuo con su labor de caridad hasta el final de sus días.
Adolf Daens
Antonio