sábado, 2 de junio de 2012

Otras religiones


El islam
Es una religión monoteísta abrahámica cuyo dogma se basa en el libro del Corán, el cual establece como premisa fundamental para sus creyentes que «No hay más Dios que Alá y que Mahoma es el último mensajero de Alá». La palabra árabe Allah, castellanizada como Alá, significa ‘Dios’ y su etimología es la misma de la palabra semítica El, con la que se nombra a Dios en la Biblia. Los eruditos islámicos definen al islam como: «La sumisión a Dios el Altísimo a través del monoteísmo, la obediencia y el abandono de la idolatría». El libro sagrado del islam es el Corán, dictado por Alá a Mahoma a través de Yibril . Los seguidores del islam se denominan musulmanes . Atestiguan que Mahoma es el último de los profetas enviados por Dios y sello de la Profecía.


El judaísmo:

El Judaísmo, padre de todas las siguientes religiones monoteístas, está basado en la fe de un solo Dios. A diferencia de otras religiones, éste no está centrado en un profeta o en un salvador, sino en la idea de un pueblo elegido.
Un factor importante para entender el Hebraísmo es que éste se centra en un pueblo antes que en un individuo. Por más que Moisés, Abrahán o Isaías sean importantes, no es imposible imaginar la fe hebrea aún sin ellos.






El budismo:
es una religión no teísta perteneciente a la familia dhármica y, según la filosofía induista-védica, de tipo nastika. El budismo ha ido evolucionando en la historia hasta adquirir la gran diversidad actual de escuelas y prácticas.El budismo se desarrolló a partir de las enseñanzas difundidas por su fundador Siddhartha Gautama, alrededor del siglo V a. C. en el noreste de la India. Inició una rápida expansión hasta llegar a ser la religión predominante en India en el siglo III a. C. En este siglo, el emperador indio Asoka lo hace religión oficial de su enorme imperio, mandando embajadas de monjes budistas a todo el mundo conocido entonces. No será hasta el siglo VII d.C. cuando iniciará su declive en su tierra de origen, aunque para entonces ya se habrá expandido a muchos territorios. En el siglo XIII había llegado a su casi completa desaparición de la India, pero se había propagado con éxito por la mayoría del continente asiático. 

El Cristianismo: 
 Es una religión abrahámica monoteísta basada en la vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret, presentadas en el canon bíblico y otras escrituras del Nuevo Testamento. Sus seguidores creen que Jesús es el hijo de Dios, así como el Mesías profetizado en el Antiguo Testamento, que murió para la redención de los pecados del género humano, y que resucitó tres días después de su muerte.

Sus inicios datan de la primera mitad del Siglo I de la Era Cristiana. (Ya desde el siglo XX, algunos estudiosos no toman como fecha incontrovertible el año 33 d.C. para la muerte de Jesucristo. Sugieren que hay un desfase de 4 a 8 años entre el inicio del cómputo de la Era cristiana y la fecha precisa del nacimiento de Jesús de Nazaret, llamado Cristo. Y en adición a esto, no hay clara certeza ni consenso entre estos autores de que éste haya muerto a la edad de 33 años, tal como algunos textos bíblicos parecen mostrar.  En sus primeras décadas, el cristianismo era considerado como una doctrina sectaria más entre las tradiciones judías e israelitas, al igual que otros cuerpos de ideas y creencias de esa parte del mundo. Desde que el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio romano en el siglo IV, ha influido de manera significativa en la cultura occidental y en muchas otras.
Religiones primitivas:
Cuando oímos hablar de las supersticiones primitivas, y talismanes,  pensamos tal vez que los pueblos tribales no tienen religión alguna. Pero la verdad es que muchos pueblos tribales son mucho más religioso que muchos occidentales modernos. Viven en contacto con la naturaleza y siente sus poderes misteriosos, están a merced de los fenómenos naturales de la tormenta y la inundación, del hambre y de la enfermedad, del fuego y del terremoto, considerados como fuerzas del mal.
Los pueblos tribales se encuentran por tanto sin defensa, débiles, rodeados de males incapaces de arreglársela en la vida y de alcanzar la felicidad que todos deseamos.


Samir